El alcalde electo Ismael Burgueño Ruiz y el Arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, sostuvieron un encuentro en el que dialogaron sobre la visión de un gobierno que no solo atienda las necesidades materiales de la ciudadanía, sino que también impulse el fortalecimiento humanista, ante las problemáticas sociales.
Durante la reunión celebrada en el Seminario Diocesano de Tijuana, Burgueño Ruiz subrayó que su compromiso de instaurar un gobierno guiado por valores espirituales no es un tema reciente, sino una convicción que ha visualizado desde hace años.
“Es fundamental que podamos fortalecer el vínculo con la gente, trabajar desde el interior y alimentar el alma de los ciudadanos. Estos próximos tres años serán una oportunidad para sensibilizar a la comunidad en diversos temas”, afirmó.
El alcalde electo señaló que el enfoque humanista permitirá una mejor comprensión de las realidades que enfrenta la población, así como el diseño e implementación de políticas públicas que respondan a esas realidades con empatía y humanidad.
“El apoyo y la confianza de la Arquidiócesis de Tijuana representa un pilar fundamental en este proceso. Juntos podemos construir una Tijuana donde la atención al bienestar integral sea prioritaria”, enfatizó.
Burgueño Ruiz reafirmó el compromiso de ser un alcalde abierto al diálogo, donde diferentes voces y visiones sean parte del proceso en la toma de decisiones.
Este encuentro se enmarca dentro de la propuesta del alcalde electo de establecer alianzas estratégicas con diversas instituciones y grupos sociales, para juntos trabajar en la construcción de un tejido social más fuerte, así como en la creación de un entorno más justo y humano para los tijuanenses.