Tijuana, 18 de julio de 2022.- Con el auge de la industria maquiladora especializada en carpintería y muebles se incrementó la emanación de contaminantes volátiles orgánicos de los cuales, hasta ahora, pese a varios intentos, la entidad carece una regulación.
José Camelo Zavala, director del Centro de Investigación de Gestión Ambiental, señaló que de este lado de la frontera existe una especie de “turismo” que consume algunos servicios que implementan el uso de pinturas, los cuales son más económicos aquí que en el vecino país y por ende lleva a la apertura de un gran número de este tipo de giros comerciales.
“Aquí sucede en las carrocerías, en las herrerías, en las carpinterías y no tenemos una norma que regule la emisión de volátiles orgánicos”, reiteró.
Las emanaciones tóxicas que provienen de estos negocios afectan a las comunidades donde están instalados, por lo que reiteró que es una de las tareas pendientes de los temas ambientales de Baja California.
Observó que el compromiso que deberán asumir las autoridades no deberá concluir con la publicación de alguna norma regulatoria puesto que es común que se emitan leyes y no se cumplan, debido a esto, señaló que será importante destinar presupuesto para que se eche a andar de forma adecuada.