Se forma nuevo campamento migrante en Tijuana

Por Alberto Gómez Contreras

Tijuana, 21 de diciembre de 2021. – A lo lejos parece una instalación de arte urbano, pero de cerca se distingue una realidad cruda que se repite en esta ciudad fronteriza. Es el fenómeno de la migración dibujado en una estampa de marginación, donde uno de los entronques viales con más tránsito vehicular de Tijuana, se transforma en escaparate de un nuevo campamento migrante…

Entre su tez morena destaca la barba blanca, es bajito de estatura, camina encorvado por una pesada caja llena de pedazos de madera que será el combustible para la fogata de esta noche, con la que espera mitigar el frío nocturno.

Don Damián Lorenzo Carmona, hombre de 56 años de edad, fue deportado de Estados Unidos, quedó varado en esta ciudad fronteriza donde junto a otras familias migrantes dieron con las áreas verdes del nodo vial del bulevar Lázaro Cárdenas y Vía Rápida Alamar. Estos espacios ocupados originalmente por personas en situación de calle y adictos, ahora son ocupados por migrantes quienes poco a poco lo convierten en el nuevo campamento migrante.

“Si está frío, pero hago una casa de cartón para que el frío no me pase ¿No tiene familia? Si tengo, pero allá en el sur ¿Aquí no tiene familia? No soy deportado, apenas llegué”, afirmó don Damián.

A unos metros de estas jardineras que dejaron de ser verdes hace tiempo, se pueden observar algunas tiendas de campaña y algunos niños correr a su alrededor. Los que menos suerte tienen, como don Damián, solo cartones y algunos pedazos de lona que le cubren de la lluvia y el frío; otros apenas alcanzan a dormir en un cartón, taparse con una cobija y una piedra como almohada.

La presencia de los antiguos habitantes, adictos y alcohólicos, quienes viven de lo robado, de los materiales para reciclar o de limpiar parabrisas, pone en riesgo a los llegados a esta frontera huyendo de la inseguridad, del narcotráfico y de la pobreza.

A un costado hay un puente peatonal que cruza el bulevar Lázaro cárdenas, desde lo alto Rubén Gutiérrez observa todos los días cuando camina a su trabajo, como aumenta el número personas que pasan la noche en los claros del nodo vehicular.

“Pues no es su culpa, pues ellos están sin un hogar, pero el gobierno debería de hacer algo al respecto, ayudar, mas por estas lluvias, estos fríos; yo digo que el gobierno tiene que hacer algo de su parte”, comentó el señor Gutiérrez.

Marilú López, también tiene que caminar por esta zona sin alumbrado público, su mayor miedo es ser atacada por un indigente o adicto “No me ha tocado que me molesten, pero ahí están dormidos en la mañana y huele muy feo”

Don Demetrio Martin, trabaja como guardia de seguridad en una empresa cercana, considera que los adictos también deben recibir ayuda y la autoridad no debe permitir que se mezclen con los migrantes, sobre todo por la presencia de niños “no hay una autoridad que les ayude o cualquiera, aunque a veces les ayudan, pero como a veces ellos se meten en cosas como drogas, ya no hacen caso, por eso los abandonan, pero también son un peligro para los niños”.

Según José María García Lara, Coordinador de Alianza Migrante, en la mayoría de los albergues donde dan apoyo a migrantes, ya no hay espacio, las medidas sanitarias adoptadas para evitar el contagio de Covid-19, redujo el número de lugares disponibles y el número de migrantes que llega a esta ciudad crece diariamente.

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