Tijuana, 23 de diciembre de 2021.- Pese a los intentos de reubicación y las condiciones en las que viven las personas, los migrantes que siguen llegando a la ciudad —del interior del país— siguen buscando como principal destino de alojo el campamento de El Chaparral.
Tal es el caso de la señora Brenda González, quien hace una semana llegó a Tijuana procedente de su natal Pátzcuaro, Michoacán, de donde tuvo que salir huyendo junto con sus cuatro hijos, luego de que narcotraficantes le secuestraron a uno de ellos y la mantuvieran bajo constantes amenazas.
La señora narró en entrevista que a su hijo varón mayor, desde los 15 años lo hostigaban pidiéndole que trabajará para los grupos delictivos, cosa a la que se negaba, por lo que fue secuestrado y después de un tiempo logró huir, lo que causó que amenazaran a su madre.
“Yo vengo huyendo de mi ciudad luego de esta situación, llegamos hace una semana y la verdad que sigo sintiéndome insegura, pues no conozco Tijuana, pero gracias a personas de Unicef que nos han estado apoyando”, dijo.
La señora compartió que luego que no encontrarán espacio en El Chaparral, personas de la Unicef le ayudaron a encontrar un espacio del que no quiso se mencionara el nombre, por razones de seguridad, además porque le preocupa que con ella viene una de sus hijas con un embarazo que es de riesgo.
Finalmente, la señora resaltó que en estos próximos días se estará informando y asesorando para llevar a cabo su trámite de asilo en Estados Unidos, lugar a donde se quiere ir con su familia porque, dijo, “es una lástima que en mi país viva insegura y que siga temiendo por la vida de mis hijos”.