Tijuana, 24 de diciembre de 2021.- Pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador señalara el jueves pasado en su “mañanera” que la gasolina en Tijuana es la más barata, el abogado fiscalista Adolfo Solís refutó el hecho asegurando que, debido a los efectos inflacionarios que generan algunas políticas públicas del gobierno federal, la de Baja California sigue siendo la gasolina más cara del país.
En entrevista, detalló que si bien el estado tiene su Terminal de Almacenamiento y Reparto (TAR) en Playas de Rosarito, este sitio se alimenta a su vez de otras distribuidoras que son generadoras de gasolina y diesel, lo cual genera un incremento en fletes e impuestos, además que al ser Tijuana la ciudad con mayor sufrimiento inflacionario, eso lo hace todo más caro.
Precisó que los costos de traslado se incrementan por la condición demográfica del estado, puesto que “no es lo mismo traer combustible desde una región donde haya tanques de almacenamiento que desde una región donde no hay capacidad de distribución de los tanques de almacenamiento”.
A eso se suma, de acuerdo con el fiscalista, a que Tijuana, por ser una ciudad dinámica y tener una economía sólida, a diferencia de las demás partes del país, es la que tiene el mayor sufrimiento inflacionario por su potencial y su capacidad de compra, lo cual se suma a los costos que se generan en los combustibles.
“El incremento a la inflación se debe a la capacidad de compra y en particular al incremento del salario mínimo, el cual tiene un efecto inmediato a los efectos inflacionarios. Cuando tiene mayor capacidad de compra, naturalmente tienes mayor capacidad de consumo y eso es lo que mueve la inflación”, dijo.
Recalcó que el gobierno federal no ha medido esos efectos y ha hecho políticas que solo tratan de generar beneficios en un sector, por lo que debe preocuparse en hacer políticas públicas por sector y por región.
“Pero no las hace, (el gobierno) agarra parejo y la consecuencia es un efecto nocivo en algunas regiones y un efecto positivo en otras”, dijo.