Víctima de violencia doméstica teme por su vida y la de sus hijos

Tijuana B.C., a 12 de octubre de 2021.- El día lunes 27 de septiembre, una mujer acudió ante la Agencia del Ministerio Público (MP) a presentar una denuncia en contra de su expareja, cuyo nombre no reveló, por agresiones y amenazas de muerte.

Ella tiene 54 años, compartió su hogar durante un poco más de un año con un hombre que al principio la trató bien, pero luego se tornó violento y agresivo. Han sufrido golpes ella y sus hijos, por lo que decidió separarse, pero la sigue agrediendo física y verbalmente.

Ella relató que le habían dicho que podía presentar la denuncia por teléfono, pero siempre está ocupada esa línea. Así que llegó el día de ayer a las 9:00 de la mañana al MP, y la atendieron hasta las 5:00 de la tarde aproximadamente. Cuenta que fue una odisea, primero había ido a otra agencia del MP pero estaba bien llena, y le dijeron que le tocaba en esta. Presentó su denuncia, pero tiene que ir a otra delegación porque aquí no tienen médico que certifique los golpes que presenta, y tendrá que regresar el papel para dar cauce a la denuncia.

Su expareja llegó a su casa, abrió la puerta con una pata de chiva, se metió y la golpeó salvajemente. Además, constantemente la amenaza con matarla a ella, a sus hijos, tiene 3, o a su mamá. “Tengo mensajes muy feos, que me va a destrozar a mis hijos, que los va a destripar”, contó la víctima.

Comentó: “Ahorita con la denuncia, me dijeron que me iban a dar protección, que va a proseguir, que va a proceder la demanda. Ojalá y Dios quiera y lo hagan”.

En el MP le dijeron que cuando ande su expareja rondando por su casa, que le llame a una patrulla y les diga a los oficiales que tiene un amparo de protección; y si él está ahí, lo van a detener, mientras se hacen las averiguaciones. Y si el agresor sigue con lo mismo, si no desiste de sus amenazas y maltratos, lo van a encerrar y le van a dar una orden de aprehensión.

La víctima de violencia dijo que no cree que con la denuncia se detenga, pero que no le queda otra opción pues teme por su vida y la de su familia. “Estoy dándole un llamado al Gobierno y a las autoridades, que ojalá me escuchen y me ayuden a parar esto porque no quiero que lleguen las cosas a mayores, que perdamos la vida, ya sea un familiar, uno de mis hijos o yo, a qué voy a esperar”.